Llegó a Amazon Prime Video, la biopic de Lady Di del aclamado director chileno de Ema, Neruda, El Club y No!.
Luego de Jackie de 2016, Pablo Larraín vuelve a explorar en la vida de celebridades en momentos claves de su vida. Mientras que en el film anterior nos mostraba los momentos posteriores al asesinato de su esposo John Fitzgerald, de Jaqueline Kennedy, esta vez se enfoca en un fin de semana crucial a principios de los años 90, cuando la princesa Diana (de nombre Diana Frances Spencer) decide que su matrimonio con el príncipe Carlos no está funcionando, y que necesita desviarse de un camino que la había puesto en primera fila para algún día ser reina. El drama tiene lugar durante tres días, en una de sus últimas vacaciones de Navidad en la Casa de Windsor en su finca de Sandringham en Norfolk, Inglaterra.
Sumergiéndonos en la dinámica de la familia real, Spencer explora la incomodidad y la angustia de Lady Di durante el fin de semana previo a la navidad. El trastorno alimentario, las neurosis y los pensamientos sombríos de la difunta Diana se conjugan con momentos más tiernos con sus dos jóvenes príncipes. El director chileno aprovecha la locación como herramienta para articular componentes clásicos de El Resplandor de Stanley Kubrick. Una mansión en el medio de la nada, laberintos de jardines, caminos sinuosos y otras referencias más funcionan para mostrar el ingreso de Lady Di a un infierno similar al que ingresaban la familia Torrance, lo que le da a la película las credenciales de terror bajo la superficie. Como una exploración del espíritu y los demonios personales de Diana, sus paralelos cinematográficos funcionan como elementos inquietantes de la angustia.
Ahora, ¿Es Spencer una película de terror disfrazada?. No, aunque el miedo y la tensión vivida por Lady Di se transmite en cada escena. Reforzado por una gran actuación de Kristen Stewart, quien incorpora magistralmente todos y cada uno de los gestos de la princesa, el film tiene componentes clásicos del género pero se convierte en un drama personal, ingenioso e incómodo, donde se aborda la paranoia de Diana (o no) mientras pasa un asfixiante fin de semana junto a sus suegros fantasmales.