Este jueves se estrenó en el Cine Gaumont, la primera película de ficción de Agustín Rolandelli, montajista de La Flor e Historia Extraordinarias, entre otras.
En Weekend, Jazmín Stuart y Rafael Spregelburd interpretan a una pareja que, en un intento desesperado por salvar su relación, se retira a una casa en una isla boscosa, lejos de toda civilización. La incomodidad y las tensiones latentes entre ambos se disparan cuando, durante la cena, reproches aparentemente inofensivos sobre cosas como el punto de cocción de la carne dan paso a revelaciones explosivas de infidelidades y resentimientos. Lo que empieza como un intento de reconciliación se transforma en un juego de gato y ratón, donde los roles de cazador y presa se intercambian constantemente en una competencia de supervivencia brutal y despiadada.
La película recuerda al tono grotesco de La guerra de los Roses y a la violencia exagerada de la noruega The Trip de 2021, incluyendo trampas, cuchillos y arcos en un ambiente donde el instinto de supervivencia reemplaza cualquier vestigio de civilidad. En sus primeros 30 minutos, Weekend logra su punto más alto al capturar con humor mordaz y diálogos precisos el tedio y el conflicto de una pareja al borde del colapso, mostrando escenas costumbristas llenas de autenticidad.
Sin embargo, al sumergirse en el absurdo y la exageración, el relato pierde la potencia de su inicio para adoptar una comedia negra que se convierte en puro grotesco, con simbolismo que roza lo irracional. Aunque divertida y arriesgada, la propuesta se queda un poco corta en comparación a la frescura de su apertura.
Weekend es una experiencia que comienza con una crítica aguda y familiar a los conflictos de pareja, pero que luego se adentra en un caos violento. Con sus altibajos y una notable puesta en escena, es un film que nunca pierde el interés, es dinámica, entretenida y arriesgada. Ideal para quienes disfrutan del humor negro y las historias de supervivencia con un toque absurdo.