CODA: Señales del Corazón de Sian Heder.

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Luego de brillar en el Festival de Sundance, llega a Amazon Prime Video la adaptación norteamericana de la exitosa película francesa, La Familia Bélier.

Emilia Jones protagoniza CODA: Señales del Corazón.

En su costumbre de hacer sus propios versiones de películas extranjeras, el cine norteamericano cada tanto desilusiona al espectador con producciones que están muy lejos de equipararse con la versión original. Pasó con Oldboy, y su decepcionante versión de Spike Lee; Criminal de Gregory Jacobs, adaptación de nuestra amada Nueve Reinas de Fabián Bielinsky y tantas otras más que mejor no recordar. Por eso, cuando vemos que películas exitosas son reversionadas por la industria hollywoodense, muchos temblamos. Más con La Familia Beliér, el sorprendente éxito francés del 2014, que contaba la historia de una joven aspirante a cantante, cuyo padres y hermano eran sordos. Pero por suerte CODA: Señales del Corazón (la sigla CODA surge de Child of deaf adults) no defrauda, conserva la esencia de la original, profundiza en cuestiones relacionadas en el micromundo de los sordos y goza con una banda sonora admirable.

Esta adaptación cuenta la historia de Ruby Rossi (Emilia Jones), una aspirante a cantante en la escuela secundaria. Ella es el único miembro oyente de su familia, sus padres, Frank (Troy Kotsur) y Jackie (Marlee Matlin), y su hermano mayor Leo (Daniel Durant), son sordos. La familia es dueña de un barco pesquero, en el que ella ayuda, no solo en el trabajo duro, sino a la hora de negociar con los empresarios que compran su mercadería. Todo cambia cuando Bernardo Villalobos (el mexicano Eugenio Derbez), el profesor de coro al que ella se une, encuentra aptitudes notables para el canto que la conduce a planear unirse a tiempo completo en una prestigiosa escuela de música, después de terminar el colegio secundario. Pero no será tan fácil, su familia depende mucho de ella para conectarse con la demás gente oyente del pueblo, por lo cual deberá elegir entre cumplir su sueño de triunfar con la música o quedarse con ellos.

El personaje de Ruby y su pasión por cantar en un hogar donde no tiene a nadie en su familia que pueda escucharla y rescatar su virtud, es el eje principal en el que gira CODA. Pero la película no solo se basa en la sordera cultural, sino que adopta un enfoque convincente de utilizar escenarios de la vida real que las personas con pérdida auditiva tienen que experimentar todos los días. Conmueve al construir un mundo de silencio infinito, donde el lenguaje del amor es el vínculo que une a los Rossi, por eso que los padres de Ruby todavía no pueden quitarse las manos de encima.

Pero el silencio infinito dentro de la casa se ve interrumpido por otro amor, el de Ruby por la música, la que puede reproducir tan fuerte como quiera en cualquier momento del día sin preocuparse por molestar a su familia. La contra es que sus padres son abiertamente ruidosos cuando tienen intimidad y la avergüenzan frente a Miles (Ferdia Walsh-Peelo, recordado por la genial Sing Street) su compañero de canto.  Es ahí que se hace presente la comedia, una familia que come ruidosamente, se tira flatulencias en cualquier momento y no sabe cuándo son demasiado ruidosos. Lo que puede parecer poco común para la mayoría es un tema familiar para cualquier persona sorda o conoce a alguien sordo, y acá es usado como recurso humorístico.

El carisma de Emilia Jones quien, además de lucirse como cantante, le aporta potencia gestual en los momentos de diálogo con lenguaje de señas; la presencia de la inolvidable Marlee Matlin, actriz sorda ganadora del premio Óscar por Te Amaré en Silencio en 1986; una banda sonora de lujo con una selección musical que abarca canciones de Joni Mitchell, Marvin Gaye, Etta James hasta The Clash y los musicales de la protagonista con su partenaire. Sumado a los momentos divertidos de la vida íntima de la familia Rossi y otros más duros, relacionados con las dificultades de interactuar con el mundo exterior, hacen de CODA: Señales de Corazón una película con un mucho sentido del humor, momentos muy emotivos y una estructura narrativa endulzada pero atractiva hasta el final.

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