La austera ópera prima de terror británica se encuentra disponible para ver on line.
Manejar bajo presupuesto le viene dando buenos resultados al género de terror. La obligación de recurrir a otras herramientas que no signifiquen un gran gasto obliga a los cineastas a apelar a recursos narrativos, historias retorcidas, efectos de cámaras y artilugios que al espectador lo sumerjan dentro de un hipnótica atmósfera. Pasó con Sator, A Ghost Waits y Honeydew , y ahora vuelve a suceder con Caveat, la cinta de terror británica presentada en el Festival de Cine Indie Cork de Irlanda.
Todo es extraño dentro de Caveat, desde su inicio, cuando vemos a Olga (Leila Sykes) caminar con un aterrador conejo de juguete que toca un pequeño tamboril. El sonido del instrumento la conduce a abrir un pequeño agujero en una placa de durlock, acto seguido, vemos a Isaac (Jonathan French), un hombre barbudo que luego de un accidente ha perdido la memoria. De parte de Barrett (Ben Caplan) recibe una extraño trabajo: cuidar a su sobrina, la joven Olga del inicio, cuyo padre se suicidó y cuya madre desapareció repentinamente. Pero Olga no es una simple joven, sufre de una especie esquizofrenia y tiene ataques que la dejan catónica con las manos sobre su cara durante horas. Si era necesario más elementos extraños, la casa donde vive queda en medio de una isla remota donde solo se puede llegar en bote, en los alrededores se escuchan aullidos de zorros que parecen d gritos de mujer e Isaac debe estar encadenado por que Olga teme que se metan en su habitación. Todo esa tarea por 200 dólares diarios, una cifra nada despreciable
Con todos esos extraños elementos y limitados recursos, el director nos sumerge desde el inicio en una extraña y asfixiante atmósfera de locura. Dilatación del tiempo en muchos planos fijos de los pasillos de la derruida casa que dan la extraña sensación de abandono y de terror latente. La ambientación y los recursos clásicos se ven potenciados por algunos elementos que coloca el director. Un aterrador cuadro de una niña, un espeluznante conejo que toca el tambor cuando parece sentir una presencia, el sonido ambiente que se corta con los aullidos de los zorros, la limitada libertad que sufre Isaac por estar encadenado y las inexplicables reacciones de Olga dibujan un paisaje demente y aterrador para personajes sumidos en la soledad de sus miedos. Pero hay algo que se esconde detrás de todo ese velo de terror, las verdaderas razones de la presencia de Isaac y su pasado olvidado, el que iremos descubriendo a medida que el relato avance.
A pesar de las irregularidades en su ritmo y de algunas reacciones antinaturales de sus personajes (aunque se podría entender por el perfil psicológico de los mismos), Caveat es una extraña mezcla de terror gótico y rural que se sostiene gracias a una extraordinaria ambientación y cinematografía. Con actuaciones que rozan la esquizofrenia y la locura, es una película donde se nota la intención permanente del director por no caer en los clichés del género y hacer algo distintivo, lo que por momentos lo logra y la convierte en su principal atractivo. Un debut prometedor de un cineasta para seguir de cerca en sus próximos proyectos.